Sólo tienes 7 días para verla en Netflix: una épica película que fue un fenómeno casi inimitable en taquilla

Cuando un director se volvió el rey del mundo

El toma y daca entre Avatar y Vengadores: Endgame nos invita a pensar que ya pocas sorpresas nos deparan en el top histórico en taquilla. La película más exitosa será un título que se disputarán ellas dos, o será un nuevo contendiente que venga de una franquicia muy ambiciosa de géneros como la ciencia ficción o la fantasía.

Esto deja menos espacio para que surjan verdaderos sorpresones como el de Titanic, haciendo de su fenómeno algo casi inimitable. James Cameron ofrece una épica película de desastres y romántica protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet que vas a poder ver en Netflix por tiempo limitado, siendo el 14 de enero su último día en el catálogo.

Tras ganar un viaje en el RMS Titanic durante una partida de cartas en el muelle, el estadounidense Jack Dawson descubre a la chica de sociedad Rose DeWitt Bukater, que se dirige a Filadelfia para casarse con su prometido Caledon Hockley, un rico esnob. Rose se siente impotentemente atrapada por su situación y se dirige a la cubierta de popa y piensa en el suicidio hasta que es rescatada por Jack.

La joven verá en Jack un galán romántico hecho a su medida, pero su amor es imposible debido a las barreras sociales que les separan. Cuando los dos están decididos a luchar por sus sentimientos, el barco choca contra un iceberg, se desata la locura y comienza una lucha generalizada por la supervivencia.

Cameron fue progresivamente obsesionándose cada vez más con rodar en el agua, hacer las mayores producciones posibles en ese elemento, porque además le permitía explorar otra obsesión como son los hundimientos y los naufragios de barcos. En ese aspecto, el Titanic era “el monte Everest de los hundimientos”, como llegó a afirmar, y hacer un romance épico en ese contexto era su gran pasión.

Vendiéndola como una especie de Romeo y Julieta en la gloriosa y trágica embarcación, Cameron hace un increíble espectáculo marca de la casa aunque se salga de su zona de confort en la acción y la ciencia ficción. Un increíble despliegue que trata de tomar lo mejor de los grandes romances del cine clásico, explorando también los conflictos de clase y económicos.

Pero también saca todo su músculo en un tramo final del hundimiento que es la parte a la que incluso sus mayores detractores no pueden poner un pero. Un gran ejercicio de tensión y de destrucción que consigue tenerte completamente atrapado hasta el final. Era realmente una película que lo tenía todo, de ahí que fuese una sensación tan enorme.

Puedes ver Titanic en Netflix hasta el 14 de enero.