Una mochila pesada: Guillermo Farré y los problemas que tiene por resolver en Sporting Cristal


Una mochila pesada: Guillermo Farré y los problemas que tiene por resolver en Sporting Cristal

Guillermo Farré no tiene una tarea sencilla en Sporting Cristal y ya comienza a sentir las exigencias a poco del reinicio de la Liga 1. ¿Qué idea futbolística busca plasmar y qué problemas deberá que solucionar pronto?

La pesada mochila de tres años sin campeonar podría cargarse de más frustraciones si esta temporada termina concretándose una nueva decepción en Sporting Cristal. La hinchada exige que el equipo vuelva a ser el que alguna vez fue, y el divorcio irreconciliable con la dirigencia hace que en el Rímac se respire un aroma de conflicto constante y sin una luz cercana al final del túnel. Guillermo Farré llegó para recomponer algo que no armó, por lo que a una semana del reinicio de la Liga 1 –donde debutará frente a ADT en la difícil altura de Tarma, el viernes 12 de julio–, las expectativas alrededor de los cerveceros es mínima.

La abrupta salida de Enderson Moreira cortó un proceso que nunca estuvo claro y que empezó con el pie izquierdo al despedirse prematuramente de la Copa Libertadores. Así pues, un plantel corto y huérfano de líderes intentará ir a contracorriente en el segundo semestre de la temporada, buscando ahuyentar las voces que desconfían de que sean capaces de meterse en la pelea por el título nacional. Evidentemente hay clubes con un mejor material humano y una idea futbolística más consolidada –como Alianza Lima, Universitario y Melgar–, por lo que la tarea será titánica para los rimenses.

El último sábado disputaron su último amistoso de preparación previo al arranque del Torneo Clausura, cayendo por 2-1 ante Cienciano en Cusco. Más allá del resultado que quedará para la estadística, este duelo le sirvió a Guillermo Farré como un ensayo de lo que podría proponer contra ADT en los 3.053 m.s.n.m. de Tarma. En ese sentido, hay conclusiones para analizar respecto a lo que busca plasmar en el campo de juego, las variantes que viene aplicando para intentar imponer su pizarra y los recursos con los que contará en el primer reto fuera de su país en su carrera como entrenador.

Desde su primer partido como director técnico de Sporting Cristal, cuando perdió por 3-1 ante Atlético Nacional en la Copa Ciudad de los Reyes, Guillermo Farré propuso un 4-4-2 clásico con los siguientes nombres en su formación titular: Alejandro Duarte; Jhilmar Lora, Ignácio da Silva, Gianfranco Chávez, Nicolás Pasquini; Santiago González, Gustavo Cazonatti, Adrián Ascues, Jostin Alarcón; Alejandro Hohberg y Martín Cauteruccio. El santafesino buscó tener un equipo compacto, con las líneas juntas en fase defensiva, con elementos rápidos para el contragolpe y muy poca gestación en el mediocampo.

Esto se repitió días después en el 1-1 frente Alianza Lima, donde Sporting Cristal renunció al protagonismo con la pelota y trató de ser un equipo más revulsivo con estos intérpretes inicialistas: Alejandro Duarte; Jhilmar Lora, Gianfranco Chávez, Ignácio da Silva, Rafael Lutiger; Leandro Sosa, Gustavo Cazonatti, Jesús Pretell, Fernando Pacheco; Diego Otoya e Irven Ávila. La presencia de dos volantes defensivos ya era un anuncio de intenciones anticipado, por lo que no sorprendió la postura conservadora en Matute. Eso sí, los blanquiazules no lograron ser tan profundos y la fragilidad en defensa de los celestes fue la que los llevó a conseguir el empate definitivo.

Finalmente, contra Cienciano esta fue la oncena de Guillermo Farré: Alejandro Duarte; Jhilmar Lora, Ignácio da Silva, Alejandro Pósito, Nicolás Pasquini; Santiago González, Leandro Sosa, Gustavo Cazonatti, Jostin Alarcón; Martín Cauteruccio y Fernando Pacheco. A pesar de jugar en la altura de Cusco, Sporting Cristal se animó un poco más, especialmente por la banda del ‘Mágico’. No obstante, pese a que ‘Caute’ se hizo presente en el 1-0 parcial, los dos goles del ‘Papá’ desnudaron los problemas defensivos que el estratega argentino heredó de Enderson Moreira.

Sin un líder como Yoshimar Yotún –lesionado y marginado por el resto del 2024–, Guillermo Farré tendrá que encontrar a su columna vertebral lo más pronto posible. Comenzando por abajo, Ignácio da Silva será el caudillo en la línea defensiva. Después, Gustavo Cazonatti el que trate de darle equilibrio al mediocampo; mientras que Martín Cauteruccio deberá reencontrarse con esa versión goleadora que arrasó con todo a comienzos de año, pero que terminó por diluirse en la recta final del Torneo Apertura por su problema hepático. Aún así, queda la sensación de que no será suficiente.

Si bien los titulares tienen un nivel considerable, sus respectivos suplentes no cumplen las expectativas cuando ingresas y eso confirma por enésima vez que la conformación del plantel fue muy desequilibrada desde antes de que comenzara la campaña. Con todo eso, Farré no tiene marcha atrás y está obligado a buscar soluciones en la escasez. Por si fuera poco, existe la posibilidad de que Joao Grimaldo se marche si es que se concreta alguna de las propuestas que tiene del extranjero, lo cual lo dejaría sin uno de sus futbolistas más desequilibrantes.

A pesar de tener a un central como Ignácio da Silva, Sporting Cristal necesita más que eso para dejar de ser un equipo que defiende muy mal. En la Torneo Apertura marcaron 44 goles, pero recibieron 20, algo que a la larga terminó por ser determinante para que perdieran la definición del certamen ante Universitario –les faltó un gol en la última fecha para cambiar el rumbo de la historia–. Contra Cienciano volvió a confirmarse que la postura defensiva que buscó plasmar Guillermo Farré no fue suficiente, pues la parsimonia con la que los laterales enfrentaron sus duelos individuales fue el claro ejemplo de que en pocas sesiones de entrenamiento no se van a solucionar los problemas que se arrastran desde hace meses.

Nicolás Pasquini es una puerta abierta por el flanco izquierdo y el nivel de Jhilmar Lora continúa en una involución atípica para un jugador de su edad, que pintaba para algo más interesante, pero que a sus cortos 23 años parece estancarse temporada tras temporada. El retorno de Gilmar Paredes no es una solución inmediata, sino una apuesta por alguien de la casa. Por otro lado, Gianfranco Chávez entra y sale de un pozo de irregularidad que no le permite consolidar las condiciones que alguna vez mostró. Veremos si estas carencias terminan condenando a Sporting Cristal en el Torneo Clausura, o si Farré encuentra respuestas sobre la marcha.

Como bien señalamos líneas arriba, exista la probabilidad de que Joao Grimaldo parta al extranjero si se cierra alguno de los ofrecimientos que tiene en carpeta. Esto no es un secreto, pues el propio Joel Raffo, presidente de Sporting Cristal, lo declaró en su momento. Incluso, Guillermo Farré sabe del tema y es consciente que la contratación de algún fichaje se trabajará en función de lo que pase con el extremo de 21 años. Pese a que la campaña del ‘20’ ha sido muy irregular, sus características son necesarias para que el plantel tenga esa cuota de desequilibrio por las bandas, ya que Santiago González o Maxloren Castro no podrán soportar toda la carga que implicaría su partida.

Fernando Pacheco no entra en la ecuación, ya que con 25 años sigue estancado en la inoperancia de sus pocas intervenciones en ofensiva. Bajo este contexto, la dirigencia cervecera necesita definir el futuro de Grimaldo lo antes posible, ya que no puede depender de eso para ver en qué posición se refuerzan y cómo ponen en juego el cupo de extranjero que dejaron pendiente para esta etapa del campeonato. Mientras más días pasen, sea quien sea el que llegue se chocará con una realidad compleja a la que tendrá que hacerle frente con muy poco tiempo para la adaptación. El reloj sigue corriendo y en el Rímac capaz no se han dado cuenta.

Los registros de Joao Grimaldo en partidos oficiales con Sporting Cristal en el 2024.